sábado, noviembre 10, 2007

4. Cáncer


además, el riesgo que presentan al respecto los citostáticos.
Los agentes alquilantes y algunos antibióticos antitumorales (adriamicina, mitomicina C y actinomicina D) son mutagénicos y carcinogénicos. Por esta razón, la legislación obliga a
que la preparación de los citostáticos en los hospitales de día y farmacias hospitalarias se efectúen en cámaras de flujo laminar para evitar este riesgo.
En cuanto al tabaco, en 1991 la Agencia Norteamericana de Protección Ambiental, ha añadido a los carcinógenos del grupo con carcinogenicidad demostrada el hecho de fumar de forma pasiva ya que sólo en EE.UU. se producen cada año 3.500 muertos entre los fumadores pasivos.
Carcinogénesis física
Si bien la influencia de las radiaciones en la génesis del cáncer es difícil de demostrar de un modo taxativo (no así desde el punto de vista experimental), diversas observaciones la apoyan: a) las radiaciones alteran los cromosomas y facilitan la acción de otros agentes (virus); b) los rayos ultravioleta muestran carcinogenicidad en el xeroderma pigmentoso;
c) la incidencia de leucemias es 1,7 veces más alta en médicos (9 veces más en radiólogos); d) desarrollo de cáncer cutáneo o melanoma en determinados grupos de población, por exposición solar excesiva; e) aumento de cáncer en los supervivientes de Hiroshima y Nagasaki (20 veces superior a los japoneses no irradiados y en relación decreciente a la distancia de la explosión), y f) aumento significativo de las leucemias en pacientes irradiados (niños con hipertrofia del timo o adultos con espondilitis anquilosante).
Radiaciones ionizantes
La radioterapia impide la reproducción celular al producir roturas en las hebras del DNA y en las bases de nucleótidos y estableciendo puentes entre las cadenas del DNA y las proteínas cromosómicas. Tras la acción radioterápica no todas las células expuestas mueren. Ello depende de la capacidad de regeneración de los tejidos expuestos, que es menor en los tumorales
que en los normales. En esta diferencia se basa, en parte, la eficacia radioterápica.
La dosis radioterápica total se aplica en forma fraccionada, lo que aumenta su eficacia terapéutica. La dosis que se puede aplicar a un tumor se halla limitada por el riesgo de
afectar los tejidos sanos. Por esta razón, si bien cuanto más elevada es la dosis más efectiva resulta, la dosis elegida se establece relacionando aquélla más probable para destruir un
tumor con los efectos secundarios –entre ellos carcinogénesis–sobre los tejidos circundantes.

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